Pienso, racionalizo cada movimiento de mi vida, cada tacto de él; sensación. Pienso en cada objeto como si fuera el único en el universo, como si fuera diferente de cualquier otro, pienso cada pensamiento; 

sensaciones conceptuales, pensamientos sensoriales,

quiero alejarme de mi, de mi presencia... Quisiera tener un pensamiento sin pensar, una sensación sin sentir, llevarlas a lo desconocido, a lo efímero de una noche, explotar en polvo, rehacer mi todo. 

Somos infinitos puntos brillantes: cada segundo uno prende y el otro se apaga, 

luces de cada día.

Oír esa explosión: débil como el viento, fuerte como las olas contra rocas; 

ser uno solo con todo, ser todo en nada...