De pronto, sintió que todos la observaban, todos la odiaban, todos la amaban, que todos podía ver sus más grandes secretos, sus historias rotas, sus cuentos con final feliz, sus poemas sin fin, su rima sin armonía, todos podían verla, sentir sus miradas clavadas en el alma, algo va más allá, sus palabras clavadas en tu boca, al final, sólo dices lo que todos quieren. Caminabas por el agua como si fuera normal, sentías conformidad, tranquilidad, creías que todo iba bien, todo bien, hasta que un momento cambió y el agua se convirtió en cemento, duro como siempre, no saber si caminas bien, si esa es la postura adecuada a la vista de todos, te das cuenta que tu caminar no iguala ningún otro a pesar de la cercanía con otros. Observas a todos como si fueran presas, solo esperas el momentos para actuar, solo esperas sus palabras, su respiración, observas como caminan, intentas imitar, nunca funciona; sus palabras se vuelven las tuyas, tus palabras las pronuncian, siempre cargan ...